
Le apetecían unas palomitas de maíz. Quería ver una película romántica. Sentía una tremenda necesidad de llorar. A la mañana siguiente, cuando la asistenta abrió la puerta del apartamento, solo encontró unos restos de palomitas en el sillón y su ropa amontonada en el suelo junto a un gran charco de agua delante del televisor.
4 comentarios:
Quizás las lágrimas constituyen la esencia de nuestra naturaleza humana...
Y la soledad la única forma de encontrarla.
Un beso
llorar es bueno libera y más delante de una gran película en soledad un domingo en la tarde noche... besos
considerando que somos un 70% agua...
Un abrazo.
Siempre invitamos a un líquido a cualquiera de nuestros estados de ánimo: un brindis, una lluvia, un café, una lágrima...
Besos.
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