miércoles, 25 de noviembre de 2009


Para que no se enteren de que me he marchado, coloco mi almohada bajo las sábanas y simulo mi silueta tal como he visto hacer en algunas películas. El silencio reina en casa y aún no ha amanecido. Me alzo de puntillas para mirarme en el espejo del recibidor, cierro por un instante los ojos y compruebo que mi plan me acompaña. Introduzco la mano en el bolsillo derecho de mi chaqueta; sonrío y acaricio la pequeña ficha rectangular de la tarde anterior. Ansioso por llegar a mi destino, cierro muy despacio la puerta y apresuro el paso. Al llegar al recinto, compruebo entristecido que el tren ha desaparecido.

26 comentarios:

Norma Ruiz dijo...

HOLA:
HERMOSO RELATO.
BESOS

El antifaz dijo...

Bueno... pero el plan era perfecto; para cuando se hubieran enterado, tú ya habrías montado en tu tren... malditos trenes, que todo se lo llevan.
Besos niña.

Víctor dijo...

Total, aunque hubiera encontrado el tren, tampoco hubiera ido demasiado lejos. Unas docenas de vueltas, y de nuevo al mismo lugar, y encima, un poco mareado. Buen relato.

Un saludo, Clara.

Anónimo dijo...

Vaya... se frustró esa huida... tal vez es que no había motivos para huir.

Besos.

Ignacio Reiva dijo...

La realidad insiste en terminar con los juegos, por eso es tan importante la imaginación. Un gran beso.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

a mi me ocurrio algo parecido de pequeño..me guardé fichas de los coches locos...y cuando fui al dia siguiente los habían desmontado...saludos

José Manuel dijo...

Otra decepción...otra ilusión rota...otra vez la cruda verdad. Es frío el amanecer a la realidad de la vida.

Un saludo Clara.

BlueMoon dijo...

Ay! Es que tenemos la mala costumbre de creer que las cosas van a salir siempre como planeamos, jeje.
Me ha gustado mucho, como siempre.
Un besote

Rebeca Gonzalo dijo...

A veces es precisa la huida, aunque sea para ver que el tren ya se ha ido sin nosotros y al hacer esa maleta hemos crecido un poquito. Un abrazo.

Miguel dijo...

Esta claro ese no era el tren que debía tomar. ¿Cuando será el próximo? Solo el destino lo sabe.

Un besote
Clara

Fidias dijo...

Qué duro que algunos solo pasen una vez.

Virginia Vadillo dijo...

Vaya, se marchó el tren, y eso que ya había dado el paso más difícil, que era el de salir de casa...
Me ha gustado mucho :)

Unknown dijo...

Hola la ansiedad es una mala compañera y el tren desaparecio xq no era tu destino..
Besos...
Eros....

José Alfonso dijo...

Pudiera, pudiera...

Pudiera ser que fuiste a tu encuentro y escapaste.

Un abrazo.

Encarni dijo...

Hola Clara, he leído tus relatos y me parecen estupendos, algo que no es fácil teniendo en cuenta la brevedad, y lo bien que aparecen al final.
Así que desde ahora te seguiré a ver lo que me cuentas otro día ;-)
Un beso.

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

BUEN TEXTO, me gustaron mucho las imagenes literarias, pero a ver si exprimimos más la mente que veo que hace tiempo que no escribes nada.

Ánimo, que yo paso por aquí a menudo.

combatientes70 dijo...

siempre enganchados a trenes... como a tu blog... me paso de tarde en tarde pero me lleno con tus micrograndes relatos... estaré por martos estás navidades... no sé, un café o un gin tonic?

Yobber Gut Vas dijo...

A veces por perdernos en nosotros mismos perdemos lo que buscábamos. El tren tiene su propio ritmo, ajeno a nuestro andar.

Saludos navideños y buenos deseos.

la cónica dijo...

El otro día perdí un tren. Guardo el billete, aún. La ilusión, la huida, la desolación... recoges la escena estupendamente.

Encantada de venir. Volveré.

Saludos

Manuel dijo...

Hay trenes que sólo pasan una vez en la vida...

BlueMoon dijo...

Feliz año, Clara!
Se te echa de menos... ¿No habrás huído tú también,no?
Besotes.

José Manuel dijo...

Hola Clara, vés, esperabas ver pronto mis fotos y he vuelto. Ahora yo quiero leer tus relatos... Feliz año lleno de historias que contarnos.

Un abrazo.

Eros dijo...

El silencio reina en casa y aún no ha amanecido..
Al llegar al recinto, compruebo entristecido que el tren ha desaparecido..
Una estela de besos para vos..
Eros.....

Jesús dijo...

El tren,
la oportunidad perdida.
La vida equivocada,
la decisión tardía.

El miedo paralizante que impide hacer grandes cosas...
por guardar la ropa,
sin estrenar
en un armario lleno de polillas.

¡Seguro que hay otro!
¡¡SEGURO!!

Un besazo

Anónimo dijo...

Ese tren siempre esta en horario

Amador Aranda Gallardo dijo...

Hola. Estamos preparando un nuevo número de FARO...y no encuentro tu correo. Te envío la invitación por aquí. Si te apetece, pues eso, envíame algo, o enviame un correo, y ya lo guardo. Un abrazo.