sábado, 23 de mayo de 2009

Herencias


Tatuado por el azar caprichoso de los genes, heredó la virtud de su madre y la adicción de su padre.
En los recitales de piano, con las manos aún temblorosas por el efecto del wiskhy, sonaban las mejores melodías.

18 comentarios:

Claudia Sánchez dijo...

Excelente Clara! Me encantó tu casa. Breve y concisa, como me gusta.
Un placer.
Saludos!

stella dijo...

Un placer enorme ha sido encontrarte, te seguir´´e leyendo
Un abrazo
Stella

El antifaz dijo...

Heredar, aprender o imitar lo que vemos nos lleva a una mezcla de virtudes y defectos que nos hace únicos.
Un beso Clara.

Calvarian dijo...

No todo lo que se hereda es bueno...aunque encontró el aquilibrio. A veces me pasa jeje. Escribo mejor si el día anterior me he tomado 4 pintas jijiji

Víctor dijo...

Clara, ¿la madre del protagonista era una virtuosa bebedora de wisky y su padre un adicto al piano? ¿O al revés?

Un saludo.

José Manuel dijo...

Para bien o para mal la "herencia" nos deja una marca involuntaria... Aun así, el veneno del protagonista(piano + whisky) me parecen una mezcla casi perfecta.

Un beso..

Martín Gardella dijo...

Clara, que buen relato! Me gustó mucho el resultado de la combinación de esos genes. Te felicito! Un beso

Miguel dijo...

Solo falta que toque al piano la canción "El hombre del piano".
Simplemente GENIAL, Clara.

Un besoteeeeeeeeeeeeee


Miguel

Jesús dijo...

Siempre podemos elegir, en gran medida, nuestro destino.

Un beso

Clara dijo...

Claudia, gracias por tu visita y bienvenida a mi rincón. Un abrazo.

Stella, gracias igualmente por tu visita y bienvenida. Un abrazo.

Antifaz, así es, somos únicos, con nuestras virtudes y nuestros defectos. Un beso.

Calvarian, todo es cuestión de saber encontrar el equilibrio. Un beso.

Víctor, excelente apreciación, no lo había pensado. Un saludo.

José Manuel, las herencias no la elegimos... como bien dices, son "involuntarias". Un beso.

Martín, viniendo de un maestro en minificción, me halaga que te haya gustado. Un beso.

Miguel, desconozco la canción...
Gracias. Un beso.

Jesús, aunque podamos elegir, los genes... están irremediablemente presentes. Un beso.

Anónimo dijo...

Es lo que tienen los genes, amiga, que no se pueden escoger y nos vienen impuestos. Así que sólo queda confiar en haber sido agradeciado con buenas cualidades. Tocar el piano sin duda lo es. Je, je, je. Un abrazo, amiga, gracias por los ánimos y feliz semana.

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Uuuuffffff. Que cuentazo.

Soñadora dijo...

Por lo menos logró un equilibrio!
Besitos,

Anónimo dijo...

Magnífico... aunque una de las dos herencias fuese tan mala...

Besos, amiga.

Paqui dijo...

Verdaderos genios tuvieron sus mejores momentos remojados en alcohol.
Un beso.

José Alfonso dijo...

Excepcional puerta que abres, bohemia y sensual, a una imaginación amplia y distendida de amables colores añejos e indefinidos.

Anónimo dijo...

muy ecsueto, y sugerente..

BlueMoon dijo...

Es curioso que con las manos temblorosas pudiera tocar tan bien el piano...
Un beso